martes, 30 de diciembre de 2008

Google Docs en la investigación

¿Cómo aprovechar las oportunidades de la Web 2.0 en el trabajo diario de un grupo de investigación? Aquí voy a tratar de las aplicaciones ofimáticas web, poniendo como ejemplo Google Docs. Por citar otra gente que ya a realizado este experimento, enlazo a un par de artículos de Roke, que me queda a mano. He aquí un buen ejemplo práctico de uso de Google Docs en docencia, y una estupenda idea, que desafortunadamente Roke no pudo llevar a cabo (¿todo se andará?). Primero voy a describir rápidamente lo que se puede hacer con Google Docs, y luego pondré algunos ejemplos de su uso en un grupo de investigación. Por si os interesa ahondar en las posibilidades de estas aplicaciones, siempre podéis echar un vistazo al blog de Google Docs.

Google Docs (a partir de ahora, GDocs) es una suite ofimática gratuíta que permite producir documentos de texto, hojas de cálculo y presentaciones. La particularidad de estas aplicaciones es que se ejecutan vía web, en el navegador del usuario. Los documentos se guardan realmente en los servidores de Google, no en el ordenador del usuario (pero... ver más abajo). Como no me voy a dedicar a describir sus funcionalidades al detalle, os dejo un enlace a un breve tutorial. Hay otras suites ofimáticas gratuítas con funcionalidades similares (en algunos casos más avanzadas), como Zoho o ThinkFree, y que se podrían utilizar con los mismos fines, pero, de momento, prefiero GDocs por su rapidez y simplicidad. Os enlazo a una de las muchas comparativas sobre este tipo de aplicaciones, donde se describen algunos pros y contras de cada uno.

¿Qué puede aportar un sistema como GDocs a un grupo de investigación? Si bien cada usuario puede tener sus propias aplicaciones ofimáticas en su ordenador (eh, ¿ya has echado un vistazo a OpenOffice?), los distintos miembros pueden realizar parte del trabajo en GDocs, aprovechando las ventajas colaborativas que ofrece.

La primera ventaja de GDocs es su universalidad. Cualquiera puede crearse una cuenta gratuita en GDocs, con sólo tener una cuenta de e-mail. De hecho, si tienes una cuenta de Gmail puedes acceder sin más a GDocs. Una vez activada la cuenta, el único requisito para usar las aplicaciones es tener un navegador web compatible, siendo independiente del sistema operativo o aplicaciones instaladas en el ordenador. GDocs permite exportar los documentos en numerosos formatos (PDF, MS Office, el estándar ISO OpenDocument).

La segunda razón para usarlo es su simplicidad. Las aplicaciones de GDocs son relativamente simples si las comparamos con las aplicaciones ofimáticas típicas, y no permiten crear documentos complejos. Sin embargo, esto es una ventaja, ya que permite un aprendizaje relativamente rápido y facilita el concentrarse en el contenido, y no tanto en el formato. Además, esto se traduce en que, en general, GDocs vaya bastante ligero. Una vez acabado el trabajo, lo podemos descargar en nuestro ordenador y formatearlo a nuestro gusto.

Sin embargo, el auténtico poder de las aplicaciones web reside en las posibilidades de colaboración entre miembros de un grupo. Todo documento puede compartirse con otros usuarios de GDocs. Esto supone que varios usuarios puedan editar un documento sin tener que mandárselo unos a otros. Se acabó el lío de versiones, de e-mails sin adjunto, o con el adjunto equivocado. Los documentos corregidos por distintos revisores, en los que hay que casar las revisiones de cada uno... no hay problema, el documento se comparte y la edición múltiple o la edición y revisión simultáneas se hacen realidad. Una vez compartido un documento, los colegas lo verán aparecer en su listado de documentos de GDocs, junto con una lista de los usuarios con los que están compartiéndolo. Cualquier cambio realizado al documento se verá inmediatamente reflejado en las cuentas de los otros usuarios, y si entramos en un documento que está siendo utilizado por otro, veremos un aviso informándonos qué usuarios están realizando cambios en él.

Además, cada documento cuenta con un historial de revisiones. Cada vez que se guarda un documento (lo cual ocurre automáticamente cada pocos minutos), se crea una entrada en este historial, permitiendo saber el momento y quién lo editó. Se puede volver a una versión anterior, así como comparar dos versiones (los cambios de cada editor aparecen con colores distintos).


Por supuesto, GDocs permite también enviar el documento por e-mail (directamente desde el navegador), o mandar mensajes a los colaboradores, todo con un par de clicks. Se echa de menos alguna característica más, como un chat integrado en el documento (para discutir con los colaboradores mientras se edita), pero siempre se puede echar mano de otras herramientas (y no olvidemos que Gmail permite chatear con otros usuarios via web).

Recientemente, GDocs se integró con Google Gears, un proyecto que permite que las aplicaciones web interaccionen con el ordenador en el que se están ejecutando. Esto ha dotado a GDocs de un modo offline, de tal manera que una copia de los documentos queda guardada localmente, en el ordenador del usuario. Esto puede ayudar a mucha gente a sentirse más segura trabajando con este sistema, sabiendo que sus documentos están en su propio ordenador. No obstante, se trata de un cambio de mentalidad, ya que lo más seguro es almacenar los documento en varios servidores remotos, lo cual los pone a salvo incluso de catástrofes naturales (y esto es lo que hace automáticamente GDocs).

Como se ve, la mayor ventaja de este sistema es la posibilidad de compartir documentos y editarlos, reflejándose los cambios en las cuentas de los otros usuarios sin necesidad de enviar los documentos activamente. Se acabó el que varias personas estén trabajando en el mismo documento y que unos tengan que esperar a que otros acaben para contribuir al documento. Además, el control de versiones se hace mucho más eficaz. Por supuesto, esta no es una solución universal para los grupos de investigación, que podrían requerir herramientas más potentes. Sin embargo, para muchas aplicaciones podría ser más que suficiente.

Por ejemplo, en mi caso yo lo utilizo para crear protocolos experimentales. Al crear un nuevo protocolo, ya compartido con mis compañeros de grupo, generalmente hago una copia de otro ya creado e indico que quiero copiar los colaboradores. De esta manera, mis colegas encuentran un nuevo protocolo en sus cuentas, y pueden empezar a colaborar inmediatamente.

El resultado es que los protocolos utilizados por el grupo (incluyendo formularios, notas técnicas, etc.) están disponibles para todos por igual. Se acabó el que medio grupo esté utilizando un protocolo desfasado creyendo que es la copia buena. Además, los protocolos y los diseños experimentales pueden prepararse realmente entre todos: alguien puede estar preparando un protocolo muy lejos del laboratorio y no saber el número de catálogo de un reactivo, pero entonces un compañero puede entrar en GDocs y añadir esa información, o corregir un error, ¡y el primero recibe los cambios inmediatamente!

A propósito, una cosa que facilita mucho el trabajo es tener una cuenta de Gmail asociada, y aprovechar su libreta de contactos para almacenar los e-mails de la gente con la que colaboramos. Como se pueden crear grupos con esos e-mails, yo aprovecho para tener varios grupos, uno con todos los miembros de mi grupo de investigación, y otros los voy creando dependiendo de los temas en los que me voy metiendo (un contacto se puede meter en varios grupos). Al iniciar un nuevo documento, lo que hago es seleccionar el grupo pertinente desde la libreta de contactos, en vez de añadir los colaboradores uno a uno.

Otra aplicación que le estoy dando a GDocs es la redacción de artículos científicos entre varios miembros del equipo. En estos momentos estamos realizando una revisión sobre uno de los temas que estamos estudiando, y yo soy el coordinador. He asignado distintas tareas a cada colaborador, creando un documento para cada sección de la revisión, de manera que sólo haya que ir añadiendo contenido, y manteniendo la parte de formato al mínimo. He compartido todas las secciones con todos los colaboradores, para que quien quiera pueda aportar o revisar otras secciones que no sean las asignadas. Una vez terminadas todas las secciones, mi intención es copiar el contenido a un documento LaTeX, donde me ocuparé de la maquetación final y el formato (casi automático). Para la bibliografía, me basta con que cada cual me indique con formato autor-año dónde irá cada cita y que me la peguen al final de cada sección (una ligera edición por mi parte, y BibTeX y natbib se ocupan de todo lo demás).

Desgraciadamente, el éxito ha sido sólo parcial: casi nadie ha sido capaz de aprovechar la ventaja de GDocs para compartir la edición de documentos. El método estándar ha sido escribir el texto en un procesador de textos y, como mucho, copiarlo posteriormente en GDocs, con lo cual la descoordinación (varias personas trabajando sobre la misma sección pero en documentos distintos, escribiendo sobre lo mismo más la tarea extra de fusionar los textos) ha sido la de siempre. Y no me he librado de otros autores mandando los documentos por e-mail, en vez de subirlos a GDocs. Pero esto nos metería en una reflexión sobre la brecha digital.

Cambiando de aplicación, la capacidad de GDocs para manejar hojas de cálculo de, Google Spreadsheets, puede ser muy útil en la recogida de datos, especialmente cuando hay varios colegas implicados. Spreadsheets tiene una buena selección de fórmulas, con lo cual se pueden preparar plantillas para resolver problemas comunes en el laboratorio (desde diluciones sencillas hasta la lista completa de pesos y volúmenes a utilizar en un experimento, teniendo sólo en cuenta el número de replicados ha realizar). Y estas plantillas siempre estarán actualizadas para todos los que accedan a ellas desde GDocs, no más "ups, he utilizado la plantilla versión 3, cuando estamos usando el protocolo versión 4, porque se me olvidó copiarla a mi ordenador".

Lo dicho no quita que otros encuentren GDocs inapropiado, como he dicho antes, y prefieran otras tecnologías Web 2.0, como los wikis (una buena opción para el caso de los protocolos). Sin embargo, el parecido de GDocs con las típicas aplicaciones ofimáticas y su asociación con Google y Gmail podrían facilitar su uso a usuarios con poca experiencia y conocimientos en la Web 2.0. En el futuro, espero ahondar en otras herramientas que me han sido útiles (por ejemplo, el uso de Google Calendar para coordinar las actividades del grupo de investigación).

domingo, 23 de noviembre de 2008

Calidad y exigencia en los congresos científicos

Vuelvo de un congreso en Utrecht (Países Bajos). Un poco decepcionado por las comunicaciones presentadas como pósters. Si bien es cierto que suele haber buen nivel, sí que es verdad que, en muchos casos, la calidad es muy deficiente.

Conclusiones que no se desprenden de los resultados, falta de controles adecuados, experimentos ya realizados, con conclusiones ya conocidas, trabajos financiados por empresas y que sospechosamente concluyen el buen funcionamiento de sus productos, etc. ¿Quién diría que una correlación con r menor de 0,5 (Pearson) es un buen resultado, por muy significativo que sea? Pues eso lo vi en un póster, con la conclusión de que, apoyándose únicamente en tal correlación, un nuevo aparato era tan efectivo como la metodología estándar.

El problema es que este congreso utiliza un sistema de peer review para revisar los abstracts, y que estos acaban publicados en una revista internacional indexada en el SCI (más Pubmed, etc.). Aunque no fuese así, como científicos, deberíamos tener más exigencia en la selección de los trabajos que van a congresos. Sin contar con el abandono total que sufren algunos pósters. Los "responsables" los cuelgan y se van a hacer turismo (o los cuelgan colegas que les han hecho el favor de llevarlos).

En muchos congresos se penaliza a los participantes que no llevan su trabajo al congreso (generalmente, no se admiten trabajos de ese grupo en las siguientes dos convocatorias). Yo no sólo estoy completamente de acuerdo con esta medida, sino que sería más estricto con las presentaciones. Si uno quiere darse una vuelta para ver otros pósters, siempre puede dejar un aviso al lado del póster, dejar sobres para sugerencias, preguntas, tarjetas, etc.

Necesitamos más calidad y más exigencia en los congresos. Por mi parte, a menudo me llegan peticiones para revisar artículos enviados a revistas, y algún proyecto de cuando en cuando. Tomo nota de los "descuidados" (son recurrentes), y, hasta que no vea más calidad, doy menos importancia a las contribuciones a ciertos congresos. Se siente.

Cambiando ligeramente de tema, he asistido también al análisis de la situación de una revista. Resulta que el índice de impacto ha bajado en los dos últimos años, y se atribuye al aumento de artículos sin una correspondiente subida de citas. La conclusión del comité editorial es que los usuarios de la revista deberían citar más... no estoy de acuerdo. De nuevo, tal vez se debería aumentar la exigencia. Conozco la revista, y he de decir que hay artículos que escapan a la mera consideración de ser "flojos": son directamente nefastos, con fallos graves en el diseño experimental y, principalmente, en el tratamiento estadístico (ya hablaré del "missuse" de las correlaciones para comparar métodos).

Pero realmente me preocupa que se tomen decisiones fijándose en el índice de impacto. La calidad y prestigio de una revista son cuestiones multidimensionales, y no las podemos reducir a un solo número. No digo que no se use el índice de impacto, y muchos de los que lo critican no lo hacen porque estén preocupados por la calidad o la fiabilidad de las evaluaciones (ejem). Lo fundamental es buscar la calidad. Si eso se consigue, el índice de impacto lo seguirá, pero no al revés.

domingo, 12 de octubre de 2008

Una reforma legal interesante

Se está preparando un borrador de proyecto legislativo para la Ley de la Ciencia y la Tecnología, como renovación de la vieja y bastante anacrónica (aunque un avance en sus tiempos) Ley de la Ciencia de 1986. Lo curioso es la forma que se ha elegido para realizarla, de una manera bastante abierta y participativa (en cierto sentido, democrática).

Este borrador está siendo preparado por veinticinco expertos, pero no a puerta cerrada. De momento, se han organizado unas Jornadas con asistencia y participación públicas. Mejor aún, la información sobre las jornadas y el contenido de cada bloque de charlas (correspondientes a otras tantas subcomisiones para la preparación del borrador) se ha organizado en un blog, públicamente abierto a comentarios y sugerencias (y que permite usar un agregador RSS). Y, al parecer, la redacción del borrador se está realizando con un Wiki.

Desgraciadamente, no he podido asistir a las charlas de las jornadas, pero ya se están colgando las presentaciones y vídeos, enlazándolos desde el blog. Vale la pena leer sobre la impresión que han dejado en Roke (al que enlazo, ya que está más al tanto que yo).

Para ser la primera vez que veo algo así (una administración pública recurriendo a la Web 2.0 en el proceso legislativo), he de decir que me llena de satisfacción, y que no está nada mal. Aunque se nota cierta bisoñez (comparando con blogs "experimentados"), la web es bastante agradable, el manejo de comentarios equilibrado, y algunos balbuceos iniciales se han ido corrigiendo. Lo mejor, sin duda, ha sido la gran cantidad de comentarios que se han enviado. Espero que se tomen en cuenta (si tengo tiempo, comentaré algunos aspectos de los distintos bloques con los que estoy muy de acuerdo o en desacuerdo), y, la verdad, soy optimista al respecto, viendo cómo se ha desarrollado este proceso y el nivel de muchos comentarios.

Como se ha indicado en otros sitios, esta iniciativa apenas ha tenido repercusión mediática. Una pena (y espero que se remedie, y que desde el Ministerio saquen más partido a esto). Esperemos que otras administraciones tomen nota y cunda el ejemplo. A mí me parece una magnífica (y no demasiado complicada) manera de organizar un trabajo colaborativo cuando hay múltiples sectores implicados e informados.

Se me ocurre una posible mejora. Entre el grupo de expertos y el público podría establecerse un nivel intermedio, donde estarían algunos representantes de diversas asociaciones y grupos interesados. Por ejemplo, se podría invitar a ese grupo a la Conferencia de Rectores, la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (su coordinadora ha escrito varios comentarios en el blog de la LCyT), FJI/Precarios, la Asociación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España, etc. Este grupo tendría privilegios "especiales" (acceso a borradores, comentarios "directos" al grupo de expertos, metacomentarios a los comentarios generales, etc.).

Lo fundamental es que la Web ha llegado a un nivel de desarrollo (y sigue avanzando) tal, que permite con una pasmosa facilidad organizar sistemas colaborativos sumamente eficaces. Esto supone un cambio de paradigma que se puede aplicar a casi todos los ámbitos, aunque aún no es muy visible y no todos están dispuestos a aceptarlo (cambiar cuesta, a veces cuesta mucho). Recomiendo leer a Juan Freire sobre este tema.

Actualización: acabo de ver que el software recomendado para la visualización de los vídeos es VLC, un excelente reproductor que es además software libre y disponible para multitud de plataformas. El que se piense en tecnologías abiertas y universales es una muy buena señal.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Cambio de look

Pues como veis, he cambiado el aspecto del blog. Por si os gusta, aquí está la plantilla:
http://www.blogcrowds.com/resources/view_template.php/rounders4_7

Que conste que he tenido que currármelo un poco para no perder los widgets de la página y pulir un par de cosillas. Eso os lo dejo a vosotros.

Yo creo que a tres columnas se distribuye mejor la información. Ya me contaréis.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Confidencialidad y algún apunte sobre gestión de grupos de investigación

Eso es una trituradora de documentos, de las baratitas (90 €). Básicamente consiste en un triturador eléctrico que puede convertir en tiras unos pocos folios de una vez. Este modelo tiene otra ranura para destruir discos y tarjetas de plástico.

¿Demasiado paranoico? Posiblemente. Sin embargo, uno de los métodos más efectivos para conseguir información confidencial es el trashing (literalmente, basureo). Es decir, rebuscar en la basura en busca de papeles con direcciones, códigos, contraseñas, etc. Al respecto, os recomiendo la lectura de "La caza de hackers" (The Hacker Crackdown), de Bruce Sterling.

Personalmente, mi mayor preocupación es que se vayan a la basura papeles con datos de tarjetas de crédito, contraseñas y similares. No obstante, tampoco está de más tener cierto cuidado con otro tipo de material generado por la investigación: resultados de experimentos y demás. No es que uno piense que la investigación que realiza es de tan alto nivel que sus competidores van a secuestrar su basura para registrarla, pero cuando uno se quiere dedicar a esto seriamente, hay que adquirir una serie de actitudes. En el fondo, no es más que un asunto de gestión de grupo. Y donde hay un grupo de trabajo, existe información que debe ser confidencial.

Esto no quiere decir que el grupo sea un "cuerpo negro" que no emita ningún tipo de información. Yo soy un firme partidario del conocimiento "abierto", de compartir información y no ser un remilgado cuando se habla con gente de otros grupos. Todos nos beneficiamos si protocolos, artículos, imágenes y demás material puede ser libremente compartido. De lo que hablo, es de esa etapa intermedia en la que se está generando, procesando y escribiendo la información, y que en muchos casos requiere de cierta confidencialidad. Y ya no hablemos de la redacción de proyectos o patentes, donde es necesario guardar un especial cuidado.

Desde luego [y hago un inciso] que el concepto de "gestión de grupo" es extraña en muchos centros de investigación españoles, donde la investigación se gestiona como si cada investigador principal fuese el cacique de una pequeña tribu, y las cosas funcionan (donde funcionan) por afición o por casualidad, sin que haya una auténtica cultura de grupo de investigación dentrás. Afortunadamente, y la existencia de personal de apoyo administrativo y gestor ayuda, la modernidad se extiende en el universo investigador, y se presta atención a esas pequeñas cosas que comparten:
  • Menosprecio por buena parte de los investigadores, que las consideran poco dignas para merecer su atención, ya que en la investigación "de verdad" y "vocacional" hay que dedicarse a eso, a investigar. Luego están esos vendidos que no merecen el privilegio de investigar, y que se preocupan por nimiedades (por ejemplo, gestionar correctamente su grupo, divulgar, publicar, innovar, etc.).
  • Individualmente, requerir muy poco esfuerzo (por ejemplo, acumular aparte todo el papeleo "sensible" y destruirlo al finalizar el día).
  • En conjunto, requerir bastante esfuerzo, pero para eso están las nuevas figuras de personal de apoyo: gestores, administrativos, secretarios. No todo van a ser técnicos de laboratorio y secretarios.
  • Devolver con creces el esfuerzo invertido. Y es que la buena gestión, en cualquier escenario, acaba pagando (y ahora, a explicárselo a los lumbreras de las subprime y las equity).
Y volviendo a la trituradora, tampoco hace falta comprarse uno de estos aparatos, pero resulta mucho más cómodo y efectivo que dedicarse a romper los papelotes a mano. Ahora bien, después de probarla, creo que habría elegido un modelo un poco más caro (y que pudiese con más de cuatro hojas a la vez, fuese algo más silenciosa y no se atragantase con las grapas). Eso sí, si hay cosas realmente confidenciales de por medio, vete al nivel paranoico y compra una que convierta el papel en confeti.

martes, 2 de septiembre de 2008

Un nuevo (y prometedor) navegador en la red

Lo han hecho otra vez. Google está en trámites de sacar a la luz su nuevo navegador, llamado Google Chrome. Al parecer, querían mantener el secreto un poco más, pero alguien se equivocó y... mejor leéis la historia, mejor contada, en Google Bogloscoped y en el blog oficial de Google.

Brevemente, el nuevo navegador está basado en el trabajo de Mozilla (desarrolladores de Firefox y Thunderbird) y Safari (el navegador de Apple). Si Firefox y Safari ya son buenos de por sí, es de esperar que Chrome sea un navegador al que, como mínimo, haya que dar una oportunidad. Han desvelado bastantes cosas en un cómic : estabilidad, seguridad, rapidez. Y lo más importante, es un proyecto de código abierto, así que otros podrán aprovechar el trabajo (igual que ellos se han aprovechado del código abierto de Firefox y Safari, y estos a su vez de otros...).

Respecto a la relación con otros navegadores, tal como se comenta en John's Blog, esto no tiene por qué ser malo para Firefox. Será bueno para los usuarios: más competencia, más desarrolladores compartiendo código, productos mejores y más seguros.

Para los que no será bueno es para los que quieren seguir viviendo en la era pre-Internet. Veremos qué cara ponen los amiguitos de Redmon (esos que comercializan un sistema operativo hortera e inseguro). Ahora que Exploiter 7 por fin había conseguido mejorar con respecto a otros navegadores (aunque no mejorarlos, eso es difícil cuando todo lo que haces es copiar) y está a punto de salir la versión 8, se encuentran con un nuevo competidor que potencialmente les va a dejar muy atrás. Cuentan que IE, a pesar de estar optimizado para Windows, obtiene resultados muy mediocres cuando se compara con otros.

viernes, 22 de agosto de 2008

Tinta roja

Tengo un montón de asuntos pendientes para escribir aquí, pero hoy toca quejarme de algo.

Como tal vez sepáis, cuando se envía un trabajo para ser publicado en una revista científica, éste pasa primero por lo que se llama el peer review, esto es, revisión por pares. Hay gente a la que no le gusta la expresión revisión por pares, pensando tal vez que se trata de una malatraducción, una confusión del tipo false friend (palabras de distintos idiomas cuya grafía es similar, pero sus significados muy diferentes). Sin embargo, la primera acepción de par en el diccionario de la RAE es:

1. adj. Igual o semejante totalmente.

Con lo cual, revisión por pares me parece correcta. ¿A qué esta digresión? Pues porque lo que sucede es que el editor de la revista manda tu trabajo a varios (generalmente dos) revisores, que son científicos de tu misma área (es decir, tus pares o iguales). Estos revisan el trabajo críticamente y envían al editor su parecer sobre el destino del trabajo (aceptado o rechazado) y, lo que es más importante, sugerencias y correcciones.

A mí me llegan tales peticiones de vez en cuando, e intento esmerarme (o lo intento), sobre todo en la parte de las sugerencias. Es una actividad que, excepto en el caso de revistas realmente importantes, se hace gratuitamente, y sacrificando un tiempo muy valioso. Se hace porque el sistema de peer review es, de momento, el mejor sistema para asegurar un cierto filtrado, y es lo que da cierta garantía a las revistas científicas. Y es una buena actividad para desarrollar el sentido crítico, y mejorar los trabajos propios.

Recientemente me ha llegado una petición, y la he rechazado nada más abrir el PDF. No ha tenido nada que ver con la calidad del trabajo. De hecho, ni lo he leído, ni he rechazado el trabajo en sí. He rechazado realizar la revisión. El manuscrito estaba escrito con tinta roja.

No es superstición. La razón es simplemente que un texto en rojo es difícil de leer, y que no cuesta absolutamente nada cambiar el color del texto en un procesador de textos. El enviarlo así demuestra una falta de tacto considerable por parte de los autores, así como falta de cuidado. Y es que el aspecto, redacción, lenguaje, etc., en suma, el estilo del manuscrito, cuenta mucho en la actitud del revisor. Sea tu trabajo bueno o malo, al menos haz la revisión agradable, que es una actividad voluntaria y sin compensación económica.

Claro, que cierta culpa la tienen los editores de las revistas, que muchas veces son demasiado tolerantes con los autores en este aspecto. En primer lugar, todas las revistas tienen sus normas para la redacción de trabajos, que pueden ser tremendamente detallistas, como en esta revista. Sin embargo, a menudo uno se encuentra con artículos que no respetan las normas más básicas. ¿Cómo vas a decir a un autor dónde debe hacer una corrección, si no ha numerado las líneas del trabajo?

jueves, 7 de agosto de 2008

Antivirus

Aprovecho que he estado haciendo algunas indagaciones por ahí, para pasar alguna información sobre antivirus.

He de decir que es un tema que desconozco, ya que desde hace 5 años no trabajo más que con Mac OS X y Linux. Sin embargo, los virus los sufrimos todos, ya que a menudo producen tráfico de red e intentos de ataque a máquinas al azar, con lo cual la conexión a Internet se ralentiza.

Usuarios de Windows: no olvidéis que el peor problema no es que el ordenador vaya más lento o se borre el disco duro, sino que buena parte de los virus/troyanos se dedican a vigilar vuestra actividad y a mandar datos a los spammers, en el mejor de los casos. En el peor, mandarán vuestras contraseñas y números de tarjetas de crédito.

La primera reseña es sobre una página del sitio web de Alerta-Antivirus.es, que trata sobre productos antivirus gratuitos. Desconozco las prestaciones de los productos listados, pero me han llegado críticas muy malas de algunos de ellos, principalmente por copar los recursos del sistema (siendo peor tener el antivirus que el propio virus).

Sin embargo, en esa lista no aparecen dos productos muy interesantes. El primero es el avast! Home Edition. avast! comercializa varios productos, y su versión doméstica, que tiene bastante buen aspecto, se puede descargar sin coste ni limitaciones.

Otra opción interesante es ClamWin. No es sólo gratis, sino además libre. Es decir, el código está disponible para todos y no hay limitaciones tipo patentes, etc. Está basado en ClamAV, un antivirus multiplataforma. Lo que han hecho con ClamWin es dar a ClamAV una envoltura amigable, ejecutable en Windows y, si no me equivoco, con algunas características típicas de los antivirus habituales (integración con clientes de correo, buscador de virus en demanda, etc.). Aunque no parece tan completo como los otros, el que sea libre da cierta confianza, tanto en la bondad de su diseño (nunca sabes lo que se ha programado realmente en otros antivirus) como en que en el futuro se produzcan mejoras significativas.

En el mundo de los virus informáticos, como en el nuestro, es mejor prevenir que curar. Windows es una plataforma muy vulnerable (no voy a decir que se deje de usar, pero no está nunca de más hacer alguna prueba con Linux, o incluso Mac OS X), así que hay que tomar ciertas medidas. El punto de entrada más frecuente de virus es mediante la navegación web o por el correo electrónico. Por lo tanto:
  • Aunque Internet Explorer ha mejorado mucho en cuanto a seguridad (o eso esperamos), hay otras opciones mucho más convenientes en el mercado. Firefox, Opera o Safari son con mucho más fiables, tanto en seguridad como en velocidad y prestaciones (parece increíble, pero el navegador que viene con Windows parece ser bastante inferior).
  • Sustituye Outlook por Thunderbird, por ejemplo; además, visualizar mensajes en texto sin formato (es decir, no en HTML), no descargar imágenes ni otros objetos automáticamente de sitios externos y descargar los adjuntos a una carpeta en vez de abrirlos directamente son prácticas que evitarán muchos problemas.
N. B.: Firefox y Thunderbird, y Safari en parte, son software libre, razón de más para usarlos. Además, Firefox y Thunderbird tienen gran cantidad de plugins y complementos, con posibilidades de personalización inacabables.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Uptime

Hoy toca reiniciar el ordenador. No lo hago porque realmente lo necesite, pero la sincronización con la PDA se corta cuando uso el USB. Sospecho que el programa de sincronización (propietario) tiene algún problemilla, y que se solucionará durante el reinicio el sistema.

Para la posteridad, he aquí lo que me indica la orden uptime:

2:07PM funcionando 34 days 1:02, 5 users, carga promedio: 0,53, 0,68, 0,71


Y he aquí el resultado de uname -a, para los curiosos:

Darwin Rosalind.local 9.4.0 Darwin Kernel Version 9.4.0: Mon Jun 9 19:30:53 PDT 2008; root:xnu-1228.5.20~1/RELEASE_I386 i386 i386 MacBookPro4,1 Darwin

Sí, un MacBook Pro (con 4 GB de RAM) y Mac OS X 10.5.4. Una buena inversión (y ahora, Mac OS X Leopard es oficialmente UNIX).

lunes, 30 de junio de 2008

Ordenadores de laboratorio: Portátil vs. Desktop

El motivo de escribir esta entrada es el exponer una serie de consideraciones sobre la conveniencia de usar portátiles en los laboratorios, para controlar otros instrumentos. A primera vista, podría parecer que los portátiles son convenientes, puesto que:
  • Ocupan poco espacio.
  • Se pueden trasladar fácilmente, por lo que son muy útiles, sobre todo, en caso de tener que hacer trabajo de campo.
Sin embargo, la tesis que defenderé aquí es que los portátiles no son convenientes para este uso. Mi opinión está muy sesgada hacia esta tesis (aunque creo que por buenas razones), por lo que puede que no sea ecuánime. Os animo a que opinéis en los comentarios a la entrada.

La huella.

Denomino "huella" al espacio físico que ocupa un objeto en el laboratorio al proyectarlo sobre la mesa o bancada de laboratorio. ¿Qué ocupa más espacio, un ordenador de escritorio (a partir de ahora, desktop), o un portátil? A primera vista, podría parecer que el desktop, pero yo no lo veo tan claro. Tenemos los siguientes hechos:
  • La huella de una pantalla TFT, incluso de gran formato, es mínima. En caso de necesitar espacio, se la puede empujar hacia el espacio más alejado de la bancada. Hay que darse cuenta de que estamos hablando de portátiles de 15", en cuanto a una huella aceptable. Uno de 17" incrementa natablemente su precio (ver más abajo), así como su huella, mientras que una pantalla TFT de 17" o 19" no ocupa mucho más espacio que una de 15", pero la funcionalidad es mucho mayor.
  • Una "caja" de ordenador no tiene por qué ocupar mucho espacio. Actualmente existe el formato minitorre, incluso menores. De hecho, disponiendo la caja sobre el estante de la bancada, la huella de una semitorre (el formato más habitual), es bastante pequeño.
  • Las tecnologías inalámbricas permiten reducir el número de cables y disponer teclado, ratón y otros periféricos como sea más conveniente. Aquí el desktop tiene una gran ventaja sobre el portátil. La huella del portátil es siempre la misma, pero un teclado inalámbrico puede apartarse rápidamente y colocarse en cualquier lugar. ¿Es más fácil retirar un portátil? No lo creo así. Además, muchas aplicaciones se pueden manejar utilizando únicamente el ratón. Con un portátil, uno está "condenado" a perder espacio de la mesa con la base del portátil, mientras que con un desktop, uno puede apartar el teclado y quedarse con el ratón y monitor únicamente.
  • Muchas veces los instrumentos requieren alimentación a través del cable de datos, pero los portátiles no pueden proporcionársela. Un ejemplo es el de muchas cámaras firewire. Salvo excepciones (que se pagan, y luego están los Apple), los portátiles no cuentan con puertos firewire alimentados. Esto incrementa la huella del portátil con un cable y transformador de más. Y los cables son los elementos más molestos, sin duda. Ya no hablamos cuando el sistema requiere tarjetas dedicadas, etc.
Imagen en perspectiva y paralela (vista desde arriba) de una clásica meseta de laboratorio, con un microscopio, un portátil de 15" y un desktop compuesto por minitorre, TFT de 17", teclado compacto y ratón (inalámbricos). Hay que considerar que la alimentación del portátil ocuparía un espacio extra, y que el portátil podría tener un ratón conectado.



Comparativa de la "huella" del portátil cerrado y del desktop recogido (con el teclado y ratón junto al monitor). Se puede comprobar que la "huella" es similar.



Uso de software que (casi) sólo requiera el uso del ratón. La ventaja de usar un desktop es evidente.

El precio

A la misma potencia y prestaciones, un portátil siempre es mucho más caro. Dicho de otra manera, por el mismo precio se puede conseguir un desktop más potente.

Por otra parte, un portátil barato no suele dar buen resultado. Dejando a un lado los fallos de componentes, un peso excesivo o una batería con poca duración anula su propia condición de portátil.

Las reparaciones y actualizaciones son también más baratas en un desktop. Un elemento muy importante son los componentes que se requieren para que el instrumento en cuestión se pueda manejar desde el portátil. En muchos casos su precio es varias veces superior a su equivalente de desktop, y a veces simplemente localizarlo requiere un esfuerzo y tiempo considerables. Como experiencia personal, una tarjeta firewire alimentada cuesta unos 15 € si es para desktop (PCI), y se puede encontrar en cualquier establecimiento de informática. Si es para portátil, hay que comprar una PCMCIA con entrada para alimentación. Cuesta 45 € (tirando para abajo), hay que comprar el transformador aparte (y cuidado con que sea del voltaje y amperaje adecuados, y que tenga bien la polaridad del conector), y cuesta muchísimo encontrarlo. En estos momentos tenemos un hub firewire alimentado, porque no pudimos localizar la PCMCIA cuando se nos estropeó la anterior. El hub costó caro (no tanto como la tarjeta),y ahora tenemos el cable firewire, el de conexión entre el portátil y el hub y el cable del transformador.

Tecnología y usabilidad

Lo primero de todo, un desktop es siempre más ergonómico. Es decir, puedes disponer pantalla y teclado como más te convenga y más cómodo sea de usar.

La mayoría de los portátiles se venden actualmente con pantalla "de alto contraste". Es decir, que refleja. Estupendo para ver vídeos y fotos si no hay mucha luz, pero horrible para trabajar. Después del síndrome de los 60 Hz (la mayoría de la gente trabaja con su monitor CRT a 60 Hz, y ni se enteran de que lo pueden aumentar, ni de que esto es la causa de su irritación de ojos y dolor de cabeza), ahora vendrá el síndrome "espejito, espejito".

Pequeño inciso: después de años avanzando en la eliminación de reflejos en los monitores CRT, vienen y nos colocan TFT —que originalmente reflejaban poco— con reflejos. Ver para creer.

Cuidado, que también están vendiendo monitores con ese tipo de "tecnología" (y todavía si es un MacCinema...). El problema es que en los portátiles no suele haber mucha elección. Si no lo pides explícitamente con pantalla sin reflejos (vamos, TFT normal), te colocan una con reflejos, y a contemplar los fluorescentes del laboratorio (y tu cara) sobre tus datos. Y pensar que yo he llegado a utilizar mi portátil de pantalla mate con la luz del sol a la espalda.

Otro problema tecnológico que he comentado en los apartados anteriores es la diferencia de periféricos. Un portátil, por muchos puertos USB que tenga, siempre estará más limitado.

Y actualiza tú mismo un portátil... un cambio de disco duro o grabadora de DVD requiere 10 min en un desktop. En un portátil puede ser toda una aventura (paradójicamente, está chupado modificar un portátil Apple).

Movilidad

Este es el único aspecto en el que el portátil puede ganar al desktop. Sin embargo, sólo si se cumple alguna o varias de estas condiciones:
  • Si realmente se requiere movilidad, es decir, tener que transportar a pulso el portátil de un lugar a otro y varias veces en poco tiempo (pero ojo, nada de comprar un portátil "baratito", que pese más de 3 kg).
  • Si no se dispone de fuente de alimentación (pero ojo, nada de comprar un portátil "baratito", a menos que se trate de usarlo menos de 30 min seguidos).
En caso de que se trate simplemente de trasladar el equipo a otro laboratorio, donde permanecerá al menos por un día de trabajo, o en un laboratorio móvil, vale la pena el desktop. Una minitorre, un TFT y un teclado y ratón representan más espacio y peso en un vehículo, pero tampoco es excesivo. El tiempo de montaje es menor de 5 min, y, una vez montado, la comodidad y potencia (y, posiblemente, ahorro de cables, ver arriba) compensan con mucho el inconveniente.

Conclusiones

He expuesto varias razones de por qué es más conveniente usar desktops en vez de portátiles en el laboratorio. En resumen, estas son las ventajas:
  • Menor "huella".
  • Mejor usabilidad.
  • En muchos casos, similar "portabilidad".
  • Menor precio, o mayor potencia por el mismo precio.
  • Ventajas tecnológicas.
  • Más fácil —y barato— de actualizar.

jueves, 12 de junio de 2008

sábado, 10 de mayo de 2008

La Web 2.0 y los grupos de investigación

La Web 2.0 es... algo complicado de explicar. Puedo remitiros a los expertos (ejemplo), o a la socorrida Wikipedia:
El término Web 2.0 fue acuñado por Tim O'Reilly en 2004 para referirse a una segunda generación de Web basada en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios, como las redes sociales, los blogs, los wikis o las folcsonomías, que fomentan la colaboración y el intercambio ágil de información entre los usuarios.

Como que muchos se han quedado igual, pero podemos ver que los blogs (como este mismo), los wikis (como la página de la FJI/precarios), las redes sociales (Facebook), incluso engendrillos como Spaces (si admitimos Windows como Sistema Operativo...), son parte de esa Web 2.0. Es claro que existen dos elementos comunes: son muy fáciles de usar (más sencillo que usar un procesador de textos, por ejemplo) y el usuario participa plenamente. El usuario común, no el experto informático, es a la vez creador de contenidos, administrador, bibliotecario, etc. Lo he explicado muy mal (como corresponde a quién no domina el tema), pero más o menos eso es la Web 2.0. En cambio, este vídeo me parece súmamente didáctico:



(Aquí, con más calidad)

La Web 2.0 está ganando adeptos en el campo de la innovación docente. Me llamó mucho la atención una idea presentada en el blog de Roke, y que me pareció realmente buena: el uso de Google Docs en las aulas (os remito al artículo en cuestión, donde os enteraréis realmente de qué es la Web 2.0 y muchas cosas más).

Este tipo de propuestas y algunas novedades en las aplicaciones online de Google (como el poder trabajar offline —desconectado— con Google Docs, con algunas limitaciones, por ahora), me han hecho reflexionar sobre las posibilidades de este tipo de aplicaciones para los grupos de investigación.

¿Puede aportar algo la Web 2.0 a los grupos de investigación? Esta pregunta es completamente superflua si se conoce mínimamente tanto el mundo de la investigación como la Web 2.0. Más bien habría que preguntarse hasta dónde podríamos llegar. ¿Cuál es la virtud que debería primar en un grupo de investigación? La colaboración (tanto dentro del propio grupo como entre grupos de investigación). ¿Cuál es una de las principales características de la Web 2.0? Por supuesto, la colaboración, la interacción entre usuarios (recordemos: los auténticos creadores y gestores de conocimiento). Y si de conocimiento se trata, la investigación y la Web 2.0 aparecen como elementos complementarios, la primera creándolo y la segunda ayudando a exponerlo, organizarlo y compartirlo.

En sucesivos posts (¿alguien me propone algún sinónimo de post en español, con su connotación particular?) iré desgranando un plan organizativo para un grupo de investigación, basado principalmente en el uso de las aplicaciones online de Google (pero no olvidemos que el abanico de posibilidades es mucho más amplio). Es más, intentaré aplicarlo en mi propio grupo, cuya web es, a propósito, un wiki (no podía ser de otra manera). Espero vuestras opiniones e ideas, y, con un poco de suerte, se podría llegar a proponer un proyecto interesante para la gestión y organización de un grupo de investigación con herramientas Web 2.0.

lunes, 14 de abril de 2008

Problemas con el e-mail del MEC

Estaba pensando escribir una entrada sobre el [nuevo] desdoblamiento del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) en el de "Ciencia e Innovación" y "Educación, Asuntos Sociales y Familia". Teniendo en cuenta la [des]coordinación que se llevaban las direcciones de Universidades e Investigación en el MEC, no está de más dar un voto de confianza al nuevo MCI (¿será así el acrónimo?). Más aún, sabiendo que, al parecer, el MCI agrupará la gestión de la investigación que antes llevaban el MEC, el de Industria, Sanidad, etc., y que se encargará también de las universidades (una medida prometedora, después de los quebraderos de cabeza que provocó el que éstas dependiesen de dos ministerios en la época del PP, y de dos direcciones generales en la del PSOE). ¿Por fin un sistema de I+D público bien coordinado? Ya veremos si el nuevo ministerio cuenta con más personal y más recursos, que es lo que realmente hace falta.

Pero lo que realmente ha motivado esta entrada es un e-mail de consulta que he mandado a infociencia{at}mec.es (la dirección de la Dirección General de Investigación). He aquí lo que acabo de encontrar en mi bandeja de entrada:

Your message

To: infociencia{at}mec.es
Subject: Consulta programa Ramón y Cajal
Sent: Tue, 15 Apr 2008 00:23:18 +0200

did not reach the following recipient(s):

####@#####.com on Tue, 15 Apr 2008 00:24:16 +0200
No se pudo entregar el mensaje porque el buzón del destinatario está lleno.
<###@#####.com>
Mailbox disk quota exceeded

(e-mails alterados u omitidos para evitar spam)

Olé, olé. Como si se tratase de la cuenta de Hotmail de un adolescente cualquiera, al MEC se le satura la cuenta de correo para consultas. ¿Y aún soy optimista?

Acabo de mandar otro e-mail a su otra cuenta de correo, la de consultas informáticas. A ver si solucionan el problema.

domingo, 13 de abril de 2008

Improvisando en el laboratorio

¿Quién no ha comprado recambios para descubrir que no sirven?

Ejemplo real en el laboratorio: puntas de micropipeta que no ajustan bien con el modelo que tenemos. Izquierda, las nuevas puntas, que no sirven para mi pipeta Eppendorff de 10 µL (en el catálogo ponía otra cosa). Derecha, las puntas adecuadas.



¿Qué puedo hacer con las dos bolsas de 1000 puntas que he comprado?



La solución: se corta el extremo de una punta adecuada, y se utiliza como adaptador para las nuevas puntas. La punta que sirve de adaptador se reutiliza (la muestra no llega a tocarla).



¿Funcionará?

¡Sí! No es fiable, pero sirve para tareas en las que el volumen dispensado no es importante. Por ejemplo, llenar hemocitómetros.



El dinero del contribuyente ha sido salvado una vez más.


viernes, 11 de abril de 2008

Cuenta atrás

Esperando a que termine algún experimento, haciendo tiempo con el ordenador.

jueves, 10 de abril de 2008

¡Hola Mundo!

Inicio un nuevo blog, algo menos lúdico y más general que el otro. Peromisquín muestra sus otras identidades. Ya no sólo se pasea por Chicago. Investiga, improvisa, diseña, protesta, reflexiona y lucha.