viernes, 19 de septiembre de 2008

Confidencialidad y algún apunte sobre gestión de grupos de investigación

Eso es una trituradora de documentos, de las baratitas (90 €). Básicamente consiste en un triturador eléctrico que puede convertir en tiras unos pocos folios de una vez. Este modelo tiene otra ranura para destruir discos y tarjetas de plástico.

¿Demasiado paranoico? Posiblemente. Sin embargo, uno de los métodos más efectivos para conseguir información confidencial es el trashing (literalmente, basureo). Es decir, rebuscar en la basura en busca de papeles con direcciones, códigos, contraseñas, etc. Al respecto, os recomiendo la lectura de "La caza de hackers" (The Hacker Crackdown), de Bruce Sterling.

Personalmente, mi mayor preocupación es que se vayan a la basura papeles con datos de tarjetas de crédito, contraseñas y similares. No obstante, tampoco está de más tener cierto cuidado con otro tipo de material generado por la investigación: resultados de experimentos y demás. No es que uno piense que la investigación que realiza es de tan alto nivel que sus competidores van a secuestrar su basura para registrarla, pero cuando uno se quiere dedicar a esto seriamente, hay que adquirir una serie de actitudes. En el fondo, no es más que un asunto de gestión de grupo. Y donde hay un grupo de trabajo, existe información que debe ser confidencial.

Esto no quiere decir que el grupo sea un "cuerpo negro" que no emita ningún tipo de información. Yo soy un firme partidario del conocimiento "abierto", de compartir información y no ser un remilgado cuando se habla con gente de otros grupos. Todos nos beneficiamos si protocolos, artículos, imágenes y demás material puede ser libremente compartido. De lo que hablo, es de esa etapa intermedia en la que se está generando, procesando y escribiendo la información, y que en muchos casos requiere de cierta confidencialidad. Y ya no hablemos de la redacción de proyectos o patentes, donde es necesario guardar un especial cuidado.

Desde luego [y hago un inciso] que el concepto de "gestión de grupo" es extraña en muchos centros de investigación españoles, donde la investigación se gestiona como si cada investigador principal fuese el cacique de una pequeña tribu, y las cosas funcionan (donde funcionan) por afición o por casualidad, sin que haya una auténtica cultura de grupo de investigación dentrás. Afortunadamente, y la existencia de personal de apoyo administrativo y gestor ayuda, la modernidad se extiende en el universo investigador, y se presta atención a esas pequeñas cosas que comparten:
  • Menosprecio por buena parte de los investigadores, que las consideran poco dignas para merecer su atención, ya que en la investigación "de verdad" y "vocacional" hay que dedicarse a eso, a investigar. Luego están esos vendidos que no merecen el privilegio de investigar, y que se preocupan por nimiedades (por ejemplo, gestionar correctamente su grupo, divulgar, publicar, innovar, etc.).
  • Individualmente, requerir muy poco esfuerzo (por ejemplo, acumular aparte todo el papeleo "sensible" y destruirlo al finalizar el día).
  • En conjunto, requerir bastante esfuerzo, pero para eso están las nuevas figuras de personal de apoyo: gestores, administrativos, secretarios. No todo van a ser técnicos de laboratorio y secretarios.
  • Devolver con creces el esfuerzo invertido. Y es que la buena gestión, en cualquier escenario, acaba pagando (y ahora, a explicárselo a los lumbreras de las subprime y las equity).
Y volviendo a la trituradora, tampoco hace falta comprarse uno de estos aparatos, pero resulta mucho más cómodo y efectivo que dedicarse a romper los papelotes a mano. Ahora bien, después de probarla, creo que habría elegido un modelo un poco más caro (y que pudiese con más de cuatro hojas a la vez, fuese algo más silenciosa y no se atragantase con las grapas). Eso sí, si hay cosas realmente confidenciales de por medio, vete al nivel paranoico y compra una que convierta el papel en confeti.

1 comentario:

eulez dijo...

Efectivamente, da la impresión de que esto es ser un poco paranoico. Pero ¿quién sabe? He oido cosas de gente que rompía el experimento del de al lado o que copiaba lo que hacía otro. Si hay varios grupos de investigación en el mismo espacio y hay plazas de por medio, todo puede ocurrir.