sábado, 25 de diciembre de 2010

Gestores de bibilografía: BibTeX y BibDesk

Iba a hablar de gestores de bibliografía (por ejemplo, esto, esto o esto), pero he decidido posponer la entrada para explicar mi punto de vista sobre el tema. Un servidor produce sus documentos (científicos y no tanto) generalmente con LaTeX, no con un típico procesador de textos. Generalmente, con un procesador de textos, se puede utilizar una aplicación que gestiona la bibliografía y que a menudo instala un plug-in (un menú o una barra de herramientas) que permite ir añadiendo citas al documento (de todas maneras, OpenOffice, y parece que las últimas versiones de MSWord, incluye su propio sistema bibliográfico). Al acabar, basta con indicar el estilo de las citas y de la bibliografía para que el gestor genere la bibliografía y formatee las citas con el estilo deseado, voilà! ¿Que más adelante se necesita cambiar el estilo? Basta con indicarlo en el menú para que las citas y la bibliografía queden reformateadas con el estilo correspondiente.

LaTeX tiene un estupendo sistema para incluir bibliografía en los documentos, llamado BibTeX. Sin embargo, aquí no se necesitan plug-ins ni menús. La razón es que un documento LaTeX, para quien no lo haya mirado en el enlace de arriba, se escribe como un simple texto sin formato. La estructura del documento se indica con una serie de etiquetas, como \begin{document} o \section{Resultados}. Cuando se quiere ver el resultado, el texto se pasa por el compilador de LaTeX y se obtiene un hermoso documento PDF.

Cuando queremos introducir bibliografía en un documento LaTeX, utilizamos varias de esas etiquetas. Por ejemplo, \cite{ji2010a} indicaría que queremos citar un trabajo que hemos etiquetado como ji2010a. Allí donde queramos que aparezca la lista de referencias, escribimos \bibliography{mybib}. Al generar el PDF se tomarán los datos del archivo mybib.bib (lista de referencias en formato BibTeX), apareciendo las citas y la lista de referencias perfectamente formateadas (hay muchos más detalles que omito, por no ser cargante).

Lo importante es que veáis que para mí no es una prioridad el tener un sistema de gestión de bibliografía que incluya un plug-in para introducir citas en mis documentos. Ya lo hago yo mientras escribo, y LaTeX se encarga de todo lo demás. Lo importante para mí, es que el sistema que utilice tenga la capacidad de exportar las referencias en formato BibTeX, lo cual no es complicado, ya que, junto a RIS, se ha convertido en uno de los estándares para guardar información bibliográfica. A propósito, hay bastantes programas que utilizan BibTeX para almacenar referencias, pero esto no quiere decir que sólo se puedan usar con LaTeX. Muchos permiten generar bibliografías para utilizar con un procesador de textos.

Para gestionar mis archivos BibTeX utilizo BibDesk (a propósito, LaTeX, BibTeX y BibDesk son software libre, ¿lo dudábais?). Es un gestor de bibliografía bastante sencillo de usar y a la vez bastante potente, solo para MacOS, a propósito (para los desencantados, echad un vistazo a Bibus, JabRef y similares). Utiliza el formato BibTeX para guardar las referencias, por lo que puedo utilizar los archivos directamente con mis documentos de LaTeX, bastante cómodo. Como otros gestores bibliográficos, tiene integrados varios motores de búsqueda (PubMed, Web of Science) para poder realizar la captura de referencias sin tener que estar saltando al navegador. Además, puede importar y exportar varios tipos de formatos de bibliografía, para cuando hay que compartir bibliografías o hay que obtener referencias que no están disponibles en PubMed (puedo acceder a WoS —de pago— a través de FECyT por estar en una universidad, pero este tipo de acceso no lo reconoce BibDesk).

Generalmente, cuando encuentro una referencia nueva y puedo bajar el PDF, lo hago y lo guardo en mi "biblioteca" (un sistema de carpetas con el nombre de las revistas). Me gusta especialmente cómo enlaza BibDesk con los PDF, basta con arrastrarlos a un área lateral de la ventana mientras se tiene a la referencia en cuestión seleccionada, y ya queda disponible para ser abierto (incluso ojeado desde el propio programa). Y si el PDF se mueve a otra carpeta no hace falta reenlazar el documento, BibDesk hace uso de algunas características del sistema de archivos de MacOS para no perder la pista del archivo. Si éste cambia de sitio, el sistema le dice a BibDesk dónde encontrarlo, sin que nosotros tengamos que hacer ningún cambio.

Pues esto es lo que quería presentar antes de entrar a hablar de sistemas de gestión de bibliografía, para que veáis de dónde vengo y lo que estoy utilizando ahora. Esto no quiere decir que no me interese utilizar un sistema que me permita guardar la bibliografía de otra manera (tal vez más eficiente en cuanto al flujo de datos), o que me permita crear bibliografías con mi procesador de textos (OpenOffice, por supuesto). Sencillamente, no son prioridades para mí, o al menos no tanto como que me permita enlazar cómodamente PDFs, disponer de salida en formato BibTeX o, necesidad de última hora, poder tener mi bibliografía "en la nube" y compartirla ágilmente. Esto último no me lo permite hacer BibDesk (tiene alguna capacidad de compartir bibliografías, pero bastante limitada), y es lo que me ha movido a escribir sobre este tema. El próximo post, descubriendo nuevas posibilidades para la gestión bibliográfica.

A propósito, un ejemplo de una entrada en un archivo de BibTeX:

@article{ji2010a,
Author = {Ji, Yingbiao and Tulin, Alexei V},
Journal = {Curr Opin Genet Dev},
Month = {Oct},
Number = {5},
Pages = {512-8},
Title = {The roles of PARP1 in gene control and cell differentiation},
Volume = {20},
Year = {2010}
}

Cada línea corresponde a una parte de la referencia, creo que las etiquetas son bastante descriptivas (una pista: la referencia es de un artículo de una revista, y la etiqueta para citarla es ji2010a). Obviamente, cuando BibTeX procesa la entrada, reorganiza toda esta información de manera que el formato de la referencia corresponda a lo que deseamos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Un primer encuentro con Firefox 4 (beta)


Acabo de aprovechar para bajarme la última versión, aún en beta, de mi navegador favorito, Firefox. Como es habitual, me ha sorprendido muy gratamente. El tiempo de arranque se ha reducido bastante, la navegación es muy ágil, y algunos defectillos parece que han desaparecido. Le han dado un nuevo "look", que en parte me gusta, pero al que tardaré unos días en acostumbrarme. En el breve tiempo que lo he probado, no ha hecho cosas raras ni se ha cerrado sin avisar. Buena cosa para una beta.

De momento, vuelvo al eficiente Firefox 3.6. La razón es que no todos los complementos funcionan en la versión 4 beta, y algunos realmente los necesito. Ha sido una experiencia breve pero intensa, esperemos que Firefox 4 salga pronto.

Para los aventureros, se puede bajar de:
http://www.mozilla.com/es-ES/firefox/beta/

viernes, 29 de octubre de 2010

Manifiesto por una Universidad libre de pseudociencia y oscurantismo

(copiado de Amazings)

Manifiesto por una Universidad libre de pseudociencia y oscurantismo

Ante la cada vez más abundante proliferación de conferencias, cursos, seminarios y todo tipo de actividades que diferentes corrientes pseudocientíficas están desarrollando dentro del marco de las universidades españolas y latinoamericanas, tendencia que cristaliza en la reciente creación de una Cátedra de Investigación sobre Homeopatía en la Universidad de Zaragoza, los abajo firmantes (científicos, profesores, alumnos y ciudadanos en general) nos vemos en la necesidad de manifestar lo siguiente:

La colaboración entre la Universidad y la Empresa, así como con otros organismos y agentes sociales es enriquecedora, productiva y debe ser considerada como una de las prioridades de la política universitaria. Los acuerdos y contratos para la transferencia de resultados de la investigación a la empresa privada pueden representar una importante fuente de financiación para las universidades públicas; los cuales, desarrollados convenientemente, permiten una mayor productividad científica y la optimización de las aplicaciones de tal actividad. Sin embargo, creemos que no es justificable que la Universidad busque vías de financiación a cualquier precio, y aún menos si con ello pervierte su filosofía y fines fundamentales.

La Universidad Pública, como cualquier otro organismo de la administración, debe estar al servicio del ciudadano, manteniendo un contacto permanente con la sociedad de la que forma parte, mediante una comunicación constante que permita la sintonía entre el mundo universitario y las necesidades sociales. Para cumplir estos objetivos, la Universidad debe ser un adalid en lo referente a innovación y a exploración de nuevos caminos para el conocimiento. La Universidad nunca debe ser una estatua, sino una animación en constante movimiento.

No es posible entender la función investigadora y el compromiso social de la Universidad sin la imbricación con su papel fundamental en la formación de ciudadanos libres, capaces de enfrentarse al mundo mediante una mentalidad crítica que les permita escapar de las cadenas de la irracionalidad, la superstición y la ignorancia. Esta función docente, completamente consustancial a la institución universitaria, va más allá de las aulas, al representar la Universidad un referente en cuanto a conocimiento y racionalidad para toda la sociedad.

En este sentido, la Universidad juega un papel muy importante ante el avance que en la sociedad contemporánea están teniendo determinadas corrientes anticientíficas y antirracionales, que pueden suponer un significativo retroceso hacia el oscurantismo y la superstición, algo que se encuentra en el polo opuesto de los objetivos universitarios. Nos preocupa, como universitarios y como ciudadanos, que bien entrado el siglo XXI cada vez prolifere un mayor número de terapias más próximas a la magia que a la medicina, en muchas ocasiones amparadas por instituciones y empresas médicas profesionales; nos preocupa que presidentes de gobierno consulten astrólogos; que pulseras mágicas declaradas oficialmente fraudulentas sean portadas por ministros de sanidad y constituyan el regalo más vendido de las últimas navidades; que cada vez haya más ciudadanos que crean firmemente que las vacunas son tóxicas y nefastas para la salud; que aumente el número de enfermos que abandonan el tratamiento médico para abrazar alternativas esotéricas; nos preocupa muy seriamente que gran parte de la población vuelva a confiar más en los curanderos que en la medicina científica.

Nos preocupa que la Universidad pueda convertirse en un mercadillo que de cabida a cualquier alternativa irracional al conocimiento científico. Sólo una mal entendida apertura de mentalidad puede justificar que se enseñe alquimia en las Facultades de Química, ufología en las de Física o el diluvio universal en las de Historia. Ofrecer el foro universitario a las pseudociencias, en igualdad de condiciones con el conocimiento racional, no se traduce en ningún enriquecimiento cultural, sino en una validación universitaria de la superstición y la charlatanería. Difícilmente podremos educar a nuestros hijos sobre la inexistencia de bases empíricas en la predicción astrológica si van a encontrar en el campus universitario cursos de postgrado en astrología.

Reza una de las máximas en ciencia que la razón no debe aceptar algo como cierto sólo porque lo afirme mucha gente o porque lo suscriban personajes importantes, y que siempre es necesario detenerse ante cualquier afirmación y dudar sobre si es o no cierta. Esto obliga a actuar mucho más despacio, a sopesar cuidadosamente las opciones, a avanzar con cautela ante cualquier tipo de propuesta. Y esta es una de las cosas que creemos firmemente que debe enseñarse en las universidades.

Por todo ello, nos preocupa que la Universidad de cabida a cursos sobre acupuntura, a conferencias sobre creacionismo, a seminarios sobre astrología y a cátedras sobre homeopatía. Nos preocupa especialmente si no se enfocan como un debate crítico y un análisis racional, sino con un presupuesto de funcionalidad y validación científica de los que no sólo carecen, sino que están en frontal oposición al espíritu crítico universitario.

En el caso concreto de la homeopatía, aunque de igual aplicación para el resto de pseudociencias, no se ha demostrado científicamente ni su fundamento teórico (que contradice nuestros conocimientos sobre química y medicina más elementales), ni su efectividad más allá de un placebo. Décadas atrás, se destinaron importantes estudios a buscar una posible base en los postulados homeopáticos, los cuales no han variado significativamente en doscientos años, base que jamás se encontró.

Nos resulta extremadamente paradójico que mientras gobiernos europeos retiran fondos y apoyos estatales a la práctica homeopática, en España se instauren cátedras dentro de las universidades públicas. El aval que esto supone, sitúa a la homeopatía, a la astrología o al espiritismo dentro de la categoría de disciplinas universitarias; máxime cuando no nos encontramos exclusivamente ante una actividad de investigación sobre un fenómeno dudoso, sino ante una institucionalización dirigida a la formación y divulgación de estos postulados.

Consideramos por último, que si bien está justificado profundizar y destinar fondos a cualquier aspecto que pueda ser investigado, la especial situación económica actual convierte la inversión de esfuerzo y medios en este tipo de disciplinas totalmente desacreditadas en un acto de puro despilfarro de recursos, que podrían emplearse en líneas de investigación y docencia muchísimo más prioritarias.

Las personas que desde distintos estamentos y colectivos de la sociedad suscribimos este manifiesto, deseamos llamar la atención sobre este importante aspecto al conjunto de la población y, especialmente, a las autoridades académicas y gubernativas, confiando en que la razón acabe imponiéndose sobre la superstición y el oscurantismo.

FIRMAR EL MANIFIESTO

martes, 31 de agosto de 2010

Credo de la pipeta


[desvergonzadamente plagiado de "La chaqueta metálica" ("Full metal jacket"). Gran película. Véase "Rifleman's Creed".]

Ésta es mi pipeta.
Hay otras muchas, pero ésta es la mía.
Mi pipeta es mi mejor amiga.
Es mi vida (puesto que no hay vida fuera del laboratorio).
Tengo que dominarla, igual que domino la técnica del pipeteo.
Sin mí, mi pipeta es inútil. Sin mi pipeta, no puedo investigar.
Tengo que acertar con las puntas, tengo que pipetear y echar la muestra en el tubo correcto.
Tengo que transferir la muestra sin perder un microlitro.
Lo haré...
Mi pipeta es investigación, porque participa de mi investigación.
Por lo tanto, la consideraré como a una hermana.
Aprenderé cuál es su precisión, su repetibilidad, sus piezas y accesorios.
Nunca la trataré inapropiadamente, y la protegeré de los ácidos, bases y solventes más fuertes, como protegería mis brazos, mis ojos y mi corazón de esas sustancias.
Mantendré mi pipeta limpia y lista, libre de RNasas.
Nos convertiremos uno en parte del otro, la pipeta será la continuación de mi mano.
Lo haré...
Esto que digo lo juro ante Watson y Crick, ante Eppendorf y Gilson.
Mi pipeta y yo defenderemos la ciencia.
Triunfaremos ante las adversidades y las contaminaciones de DNA exógeno.
Publicaremos en revistas de alto impacto.
Así sea hasta que consiga clonar la secuencia apropiada, y no haya más PCRs fallidas, sino una banda bien definida.
¡AMÉN!

martes, 8 de junio de 2010

Scientix: recursos educativos sobre ciencia

Leo en CORDISnews (del Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo) que el programa "Ciencia y Sociedad" del Séptimo Programa Marco ha puesto en marcha un portal para proveer de recursos sobre enseñanza de ciencias a la comunidad educativa. Scientix se encuentra en http://scientix.eu y tiene buen aspecto, aunque aún un poco escaso (he probado un poco, y sólo hay 59 recursos disponibles). No obstante, la idea es buena, parece que se basa en licencias Creative Commons, tiene vocación multilingüe y utiliza varias tecnologías web2.0.

Esperemos que la lista de proyectos y recursos siga creciendo. Mientras tanto, vale la pena suscribirse. Como buen portal 2.0, tiene prevista la interacción entre sus usuarios (echad un vistazo al botón Comunidad).

jueves, 29 de abril de 2010

Am I a freak biologist?

Es curioso cómo la curiosidad tecnológica puede alienar a uno. Desde que empecé a trabajar en esto de la investigación no he podido evitar derivar de una habilidad a otra, captando un poco de aquí y allí. Siendo un biólogo, creo que merezco entrar dentro de alguna categoría freak:
  • Escribo con cierta soltura en un teclado Dvorak, mejor que en un QWERTY. Esto produce situaciones un tanto estresantes, como que al cambiar bruscamente de teclado (de Dvorak a QWERTY, claro) se me vea teclear dubitativamente hasta que le cojo el tacto a la nueva distribución.
  • Escribo la mayoría de mis trabajos en LaTeX. Esto ha reducido mi nivel de ansiedad al preparar manuscritos, excepto cuando el editor me insiste en que debo enviarle el documento en formato "MSWord".
  • Utilizo ordenadores Mac (vale, esto ya no es tan raro)... con Fink... y recurro frecuentemente a la línea de comandos.
  • Sé instalar un servidor web, bases de datos y sus correspondientes frontends, sobre Linux. Y lo administro a través de SSH.
  • Analizo mis datos programando en R.
  • Soy capaz de programar utilizando macros Excel 4.0 (no es algo que considere especialmente brillante).

miércoles, 10 de marzo de 2010

Visitas

De visita en UK esta semana. Vuelo a Londres el lunes. El martes, viaje a Sheffield para preparar un proyecto con un grupo de la University of Sheffield. Reunión, visita a las instalaciones del grupo, presentación del proyecto, comida, visita a los alrededores y vuelta a Londres. Hoy miércoles, visita a otro grupo en la Zoological Society of London (Regent's Park) in the morning, para preparar la estancia de un doctorando. In the afternoon, viaje a Sunningdale (al lado de Ascot), para visitar a un colega con el que tengo varios frentes abiertos. Visita al centro, comida, visita a su parcela de trabajo (un trozo de bosque inglés), reunión de trabajo. Vuelta a Londres. Mañana, vuelta a España y a otro tema. Y seguimos...